Control
Optimizar y ajustar el control de los sistemas de calderas al funcionamiento real también representa un enorme potencial de ahorro. Esta optimización siempre tiene sentido, ya que las condiciones de diseño de los sistemas de calderas son diferentes de las condiciones reales de funcionamiento. Esto puede ser necesario, por ejemplo, si posteriormente se instalan consumidores adicionales en sistemas nuevos o si cambia el funcionamiento actual como consecuencia de la conversión y ampliación de la producción con los sistemas existentes.
Reducción de la presión de funcionamiento
En las fases de concepción y diseño de un sistema de calderas de vapor se define una presión de funcionamiento media basada en el nivel de temperatura requerido y las pérdidas de presión en los consumidores. Sin embargo, este diseño se basa a menudo en una estimación muy conservadora, cuando en realidad una presión de funcionamiento ligeramente inferior sería suficiente durante el funcionamiento en la práctica.
Por lo tanto, a efectos de optimización energética durante el funcionamiento, tiene sentido determinar la presión de funcionamiento media necesaria y fijarla en el control de la caldera. Debido a la reducción de la presión de funcionamiento, la temperatura de la caldera y de las tuberías de vapor disminuye, lo que reduce las pérdidas por radiación y conducción.
Cada vez que se modifica la presión de funcionamiento, deben tenerse en cuenta las condiciones del sistema. |
Info sobre Presión media de funcionamiento
Una reducción de la presión media de funcionamiento de 8 bares (≙ 175°C de temperatura del vapor saturado) a 6 bares (≙ 165°C de temperatura del vapor saturado) reduce inmediatamente las pérdidas de calor por conducción y radiación en un 7 %, lo que significa que se puede conseguir un ahorro de combustible de alrededor del 0.2 %.
Además de las pérdidas de calor, la temperatura de los gases de combustión también desciende ligeramente, lo que aumenta el grado de utilización anual. Además, la presión de funcionamiento máxima no siempre es necesaria fuera de las horas de funcionamiento principales de un sistema de caldera de vapor (por ejemplo, el fin de semana). A menudo es conveniente ajustar una presión de funcionamiento más baja en esos momentos.
Control de secuencia de la caldera
Si en una planta hay instaladas varias calderas de vapor, el funcionamiento de cada una de ellas puede optimizarse utilizando un control de secuencia de calderas.
La tarea de un control de secuencia de calderas es ajustar el número de calderas realmente activadas a la demanda de potencia actual. Este ajuste puede lograrse encendiendo o apagando las calderas rezagadas según los criterios del control de secuencia. De este modo se garantiza un funcionamiento del sistema de calderas que ahorra energía. El ajuste de la secuencia de calderas a la demanda real de potencia reduce las pérdidas de ventilación previa, pasa automáticamente las calderas al modo de mantenimiento del calor y consigue un funcionamiento de las calderas con una eficiencia optimizada. Este ajuste y la reducción asociada de las pérdidas de calor mejoran el grado de utilización anual.